Hola, me llamo Layla, soy una persona a la que la vida le da muchas vueltas a veces me va bien y otras mal, en el instituto soy una de las populares, pero me consideran la más guapa, la que más citas consigue, pero en realidad son más rumores de los que se añaden a mi lista, me gusta una persona que es más mayor que yo tiene cómo tres años más que yo, no sé si le gusto, hablamos mucho hasta hay veces que me da vergüenza hablar con él, él lo nota, y pienso que sabe que me gusta. Hoy me he despertado con ganas de decirle que si salimos o no. Era Lunes. Son las ocho de la mañana, me acabo de despertar y lo primero que he hecho es ducharme y después vestirme, cogí mi mochila con los libros, mi abono y mi móvil con los cascos, le dí un beso a mis padres y me dispuse a irme, mi madre me paró y me dijo:
- Toma, dos euros, cógete el desayuno o sino luego guárdate lo.
- Vale, mamá, creo que si cogeré el desayuno, porque tengo hambre.
- (Risas) Vale, te quiero.
Nos dimos dos besos y pillé el autobús. Me encontré con tres de mis amigos, nos estuvimos contando todo el fin de semana, sacamos el tema de los chicos y empezamos a hablar:
- Layla, qué tal con Daniel, el lunes de la semana anterior le ví con los perros sacándolos.
- James, y tú con Carmen, estuve hablando con ella y me dijo le gustaba Héctor pero que tú le parecía muy guapo y que se plantearía salir contigo.
- Layla, gracias por hablar con ella, oye esta es la parada nos bajamos ya ¿no?.
- Bajémonos.
Quité mi música por que estábamos al lado del instituto. Guardé mi móvil en el pantalón y vi a Raúl mi mejor amigo, nos dimos dos besos y nos saludamos estuvimos hablando y cómo sabía que él estaba por mí, quedamos por la tarde para hablar y hacernos fotos, sonó el timbre y me dirigí a ir a mi clase , me quedé dormida, el lunes se pasó muy rápido, ya era por la tarde eran las dos cuándo salí me fuí con Raúl, James, Celia y Jimena, nos fuimos en autobús, llegué a mi parada y me bajé con Raúl que vivía a mi lado, hablamos y él me acompañó a mi casa, nos despedimos y abrí la puerta estaba mi madre sola con mis hermanos porque mi padre estaba en el trabajo, comí albóndigas y judías verdes, me hice los deberes y me metí en el Tuenti, y ví que me agregó Daniel, le acepté y me fuí, eran las cinco y quedé con a las seis. Me dió tiempo alisarme el pelo, ponerme otra ropa y pintarme, dieron las seis y bajé de mi casa...
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